Bandos y partidos
Partimos de unas referencias por parte de grandes historiadores que, en sus publicaciones sobre la historia de Canarias, relatan episodios puntuales en los que se describen enfrentamientos entre dos luchadores con su peculiar forma de luchar. Referencias históricas de antes, durante y después de la conquista de Canarias, pero que se explican principalmente en las dos primeras etapas de nuestro deporte. Unos siglos más tarde se comenzó a hacer mención a la forma en la que se organizaban los encuentros de lucha canaria, que ya hemos explicado. El sistema empleado para aquellos enfrentamientos grupales sin limitación de luchadores era el de lucha corrida. Eso sí, carecían de una normativa establecida para su regulación, por lo que se disponía de una en concreto para el encuentro en cuestión y que, con el tiempo, se tomaría como guía para la elaboración de un reglamento. Tal reglamentación se basaba principalmente en establecer el sistema de agarre, la duración de la agarrada, evitar las irregularidades y, por último, la decisión sobre las caídas.
Durante ese periodo, los encuentros eran arbitrados por jueces de terrero, también conocidos como hombres buenos, cuya denominación procedía del concepto de personas serias, honradas y honestas. Solían ser dos o tres escogidos de entre el público, habitualmente exluchadores de prestigio o personajes entendidos en la materia. Se situaban alrededor del círculo de brega para tener perspectivas diferentes a la hora de tomar la decisión sobre una caída ajustada y ofrecer opiniones diversas que aclararan la situación. Los bandos más nombrados eran los de Santa Cruz, La Laguna, Las Canteras, Tegueste, Tejina, Valle de Guerra, La Esperanza, Tacoronte, Sobradillo, Geneto, la comarca de Acentejo, Igueste de Candelaria, Arafo, El Escobonal, Güímar, Granadilla y Fasnia, además de los habituales enfrentamientos norte-sur de cada isla. En este sentido, procede recordar la gran rivalidad entre Santa Cruz y La Laguna, con los versados Pancho Suárez, Pollo de Los Campitos; Rafael Déniz, el Cañero; Luis Pagés; Ángel Álvarez, Angelito; o Pedro Rodríguez, Pollo de Las Canteras, que deleitaban a los espectadores con su buen luchar y actitud encomiable.
Asociaciones y sociedades
Los tradicionales enfrentamientos entre bandos o partidos fueron sustituidos por las primeras asociaciones y sociedades, en cuyas secciones deportivas se incluía a equipos de lucha canaria. Conjuntos creados al amparo de asociaciones artístico-deportivas, casinos, gimnasios… y que comprendían varias modalidades, además de la propia lucha canaria. Algunos ejemplos de aquellas asociaciones fueron el Fomento de las Luchas Canarias (Santa Cruz de Tenerife, 1916), Asociación de Luchadores Laguneros (San Cristóbal de La Laguna, 1916), Asociación Rival Sporting Club (Santa Cruz de Tenerife, 1917), Asociación Izaña-La Orotava (La Orotava, 1917), Asociación Deportiva Tinguaro (Santa Cruz de Tenerife, 1917), Centro de Luchadores (Santa Cruz de Tenerife, 1918), Unión de Luchadores de La Orotava (1918), Asociación Nakens, de la Sociedad Fomento y Recreo La Prosperidad (Santa Cruz de Tenerife, 1924), Asociación Luchador (Santa Cruz de Tenerife, 1926), Juventud Añaza (Santa Cruz de Tenerife, 1928) y el Gimnasio de Luchas Canarias (Santa Cruz de Tenerife,1934).
De esa época destacan el Fomento de las Luchas Canarias, con José Martín, el Sopo; Pancho Suárez o Luis Pagés como luchadores relevantes; y la Asociación de Luchadores Laguneros, cuyos máximos exponentes fueron el legendario Angelito o el propio Pollo de Las Canteras. La lucha vivía tiempos de esplendor en la isla, hasta que la guerra civil española en 1936 frenó en seco ese buen momento. La asociación pionera en este caso fue el histórico Fomento de las Luchas Canarias, que vivió su fase embrionaria en 1914 tras sufrir la capital tinerfeña una larga crisis de luchadores.
Dos años después, la comisión organizadora que constituyó esa sociedad capitalina estaba formada por los directivos Melquíades González, Ramón Gil-Roldán, Veremundo Perera y Antonio Álvarez. De tal manera que el día 4 de agosto de 1916 se reunieron en el salón de la Juventud Republicana Tinerfeña de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife para presentar los que serían primeros estatutos de la lucha canaria. En esa convocatoria se confirmó su primera junta directiva, que estaba compuesta por Ramón Gil-Roldán y Martín (presidente), José Delgado Morales (vicepresidente), Antonio Álvarez Álvarez (secretario), Veremundo Perera (vicesecretario), Ricardo Álvarez (tesorero), Cristóbal González Bento (contador) y los vocales Pablo Cabrera López, Blas Clavijo Almenar, Manuel Reyes, Tomás Alberto, José Martín Espinosa y Manuel García.
Sus luchadores fundadores fueron Ricardo Campos; Santiago Cedrés; Rafael Déniz, el Cañero; Clemente, el Brigada; José Martín, el Sopo; José Delgado; Eusebio García, el Herrero; Salvador Guerra; Manuel Ríos; Manuel García; Diego Guerra; Manuel Mora, el Indio; Mariano Cabrera; Francisco González; Leonardo Morales, el Zurdo; el majorero José Reyes, Balas de Harina; Simeón Morales; Adrián Hernández; Antonio Izquierdo, Antonio, el Chocho; Adrián de León; y Francisco Mesa. Su más sólido puntal era Rafael Déniz, el Cañero.

Equipos y clubes
Según la información que hemos consultado en el libro de actas de la Federación Canaria de Luchas, y publicada por Aire Libre el 25 de octubre de 1943 (página 8), ese año fueron inscritos en el Registro del Gobierno Civil de Tenerife, bajo la tutela de la federación, los primeros clubes federados de esta isla. A saber, Pérez Abreu, de Tegueste (5-5-1943), CD Tejina (Tejina, La Laguna, 5-5-1943), Camino Real (Tacoronte, 25-6-1943), Los Guanches del Taoro (Puerto de la Cruz, 25-6-1943), Los Guanches (La Laguna, 2-9-1943), CD Esperanza (La Esperanza, El Rosario, 2-9-1943), CD Canarias (La Laguna, 9-10-1943), CD Sobradillo (El Sobradillo, El Rosario, 22-10-1943), CD Price (Santa Cruz, 22-10-1943), CD Rosario (Valle de Guerra, 3-11-1943, en el que se crearon dos secciones deportivas: fútbol y lucha), CD Teide (La Orotava, 5-11-1943) y CD Tablero (El Tablero, El Rosario, 13-11-1943).
Después se publicó en el periódico Falange, el 25 de noviembre de 1944, que el 25 de agosto de ese año, una vez constituida la Federación Canaria de Luchas (FCL), esta remitió una circular con las primeras normas de fichaje a los equipos que por aquella época estaban conformándose. Y según el citado periódico, los primeros clubes en inscribirse fueron el Camino Real, Canarias, La Esperanza, Pérez Abreu, CD Tegueste, Price, CD Tejina, CD Rosario, Teide, Los Guanches del Taoro, Sobradillo, Tablero y el Piñero, de El Hierro.
A partir de entonces se incorporaron otros equipos, como el Acaymo, que resultó de la fusión entre el Canarias y Los Guanches. Fue en la etapa institucional cuando se organizaron los primeros campeonatos de clubes federados y se cambió la reglamentación que permanecía hasta la fecha. Y de esa manera quedó confirmado que la primera competición federada se desarrolló en la temporada 1946, con una liga en la que solamente participaron el Acaymo, Pérez Abreu, Tinguaro y Camino Real, en primera categoría, y, en segunda, el Rosario, Tejina y Sobradillo. El Pérez Abreu y el Rosario, en sus categorías respectivas, fueron los primeros campeones insulares, como detallamos más adelante.
Desde 1943 y hasta la fecha, en la lucha canaria de Tenerife se contabilizan 225 clubes con sus respectivos equipos. Esa larga relación de entidades deportivas y sus detalles los desarrollamos, a continuación, por municipios siguiendo el criterio del orden alfabético. Y sin restarle méritos a ninguna, porque todas han contribuido en su justa medida a consolidar este gran deporte. Al respecto, nos pareció significativo incluir un breve resumen del origen y ubicación geográfica de cada club, teniendo en cuenta que en algunos casos se puede hacer una mejor valoración de su participación atendiendo a la cuestión socioeconómica y demográfica del lugar.