La formalización legal de estos dos equipos ocurrió en 1943, como informó el periódico Aire Libre el 25 de octubre de ese año. Ambos fueron de los primeros de Tenerife en constituirse, junto con el Camino Real, Price, Esperanza, Los Guanches del Taoro, Pérez Abreu, Sobradillo y Tejina; y solo unos días después, el 3 de noviembre, lo hizo el CD Rosario. A estos hay que añadir al Tablero, según hemos comprobado en acta federativa. Todos coincidieron con el inicio de la etapa institucional, también llamada federada, de nuestro deporte y la constitución de la primera Federación Canaria de Luchas, el 7 de junio de 1943. Las fechas oficiales de la aprobación de los estatutos de estos once clubes, por orden de antigüedad, están recogidas en los espacios dedicados al Pérez Abreu (capítulo Tegueste) y al CD Tejina (capítulo Anaga), los dos primeros en constituirse estatutariamente.
Estos equipos pioneros tuvieron un comienzo muy complicado, porque se encontraron con la negativa de muchos otros que eran contrarios a federarse y participar en competiciones oficiales, al igual que lo eran los propios luchadores, por tener que pasar a una burocracia reglamentada, dirigida y tutelada por la Federación de Luchas a la que no estaban acostumbrados. Además, chocaron con el otro gran problema que se le planteó desde el principio a la recién creada federación: la unificación de criterios. Se intentó organizar los primeros campeonatos de equipos federados y cambiar la reglamentación que permanecía hasta la época, pero no fue posible y la primera competición oficial no llegó hasta la temporada 1946, cuando algunos de estos equipos ya habían desaparecido o sus luchadores pasaron a formar parte de otra sociedad. Fueron los casos del Club Deportivo Canarias y de la también lagunera Sociedad Deportiva Los Guanches, cuyas secciones de lucha canaria fueron incluidas en 1945 en la Sociedad Acaymo, luego denominada Club de Luchas Acaymo.