
El municipio de la Villa de Arafo, cuya capital es el pueblo del mismo nombre, está ubicado en las medianías a 460 metros sobre el nivel del mar. Posee una superficie de 34,27 kilómetros cuadrados que se extiende por el sector sureste y linda con los municipios de Candelaria, Santa Úrsula, La Orotava y Güímar. En 2022 tenía un censo de 5623 habitantes. Su punto neurálgico presenta un alto grado de concentración, pues la inmensa mayoría de los habitantes del municipio residen en el propio casco. Su sistema viario se ordena a través de calles desarrolladas en el sentido de la pendiente y otras aprovechando las curvas del mismo nivel, lo que da lugar a la formación de ejes transversales. La zona de Arafo estaba habitada desde la época guanche formando parte del reino o menceyato de Güímar. El municipio toma el nombre de su capital administrativa, un término de procedencia guanche que algunos autores traducen como ‘deslizamiento o talud’. Por su parte, para el poeta e historiador Antonio de Viana, en su poema La Conquista de Tenerife, Arafo era el nombre de un guerrero del mencey Bencomo.
Los inicios de la lucha canaria en el lugar se remontan a la primera década del siglo XX, justo en la etapa mercantil de nuestro deporte, cuando se formaban los tradicionales bandos o partidos para enfrentarse a sus rivales más directos, que en este caso eran sus vecinos de Güímar. Aunque fue desde finales de los años veinte cuando tuvo un desarrollo más organizado, según recogieron los periódicos El Progreso (25-08-1927) y Gaceta de Tenerife (27-08-1927), con la aparición de los empresarios promotores. Figura esta que en la zona se vio reflejada en Luis Marrero Delgado, si bien este ejercía más de presidente del club.
En una de esas formaciones araferas, ante el partido de La Victoria, se alinearon Eugenio Albertos, el Sacristán; Antonio Hernández Alonso; Jesús García; Nicolás Batista, el Tajul; Florencio Arzola; Heraclio Fariña; Alfonso Ferrera; Tomás Curbelo; Laureano Brito; José Ramos; José Gil; Luis Fariña Pagés; Manuel Martín; Juanico Batista; y Vicente Saavedra, Pollo de Güímar. Unos años más tarde, a las puertas de la etapa federada de nuestro deporte, un cartel anunciaba el encuentro en el que el bando de Arafo mediría fuerzas y habilidades ante la representación de Santa Cruz el 21 de junio de 1942, representado en la brega por Vicente Saavedra, Pollo de Güímar; Ángel Hernández; Jesús Mesa; Luis Pagés; Eugenio Albertos; Cirilo Hernández; Rafael Fariña; Miguel Carballo; Amador Hernández; Marcelino Rodríguez; Primitivo Benítez; Ismael Coello; Máximo Flores; José Mesa; Mario Marrero; y Manuel Martín (capitán del equipo).